A pesar de que el tema de Latinoamérica y los países que la conforman, no fue mencionado en la pasada Cumbre del G7 en Italia, muchos otros tópicos abordados afectarán directa o indirectamente a dichas naciones, incluyendo Guatemala. Sobre todo en tema económico, donde las fluctuaciones globales darán como resultado políticas diversas, y el país y la región deben estar preparados para afrontar los retos que se presentarán en el resto del año. El comercio internacional y el medio ambiente, también fueron temas que Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón discutieron en busca de acuerdos conjuntos.
Al respecto Otto Vargas, economista, situó la reunión en un panorama esperanzador para Latinoamérica y Guatemala, pero todo quedó en falsas esperanzas, pues las naciones más poderosas del planeta, poco o nada ahondaron en tales aspectos, enfocándose propiamente en temas como terrorismo o sanciones a Rusia o Corea del Norte. Tal hecho nos muestra que la economía global debe redireccionarse hacia los mercados regionales, como único camino viable hacia el desarrollo y la independencia comercial. A pesar de que, por ejemplo, Estados Unidos es el principal comprador de materia prima guatemalteca y en este caso, el cliente siempre tendrá la razón.