Expertos convergen en la opinión que Guatemala confronta su realidad con múltiples retos y derivaciones de estos convulsos días. La incertidumbre política y el descontento social han sido la regla y no la excepción. Problemática que, a más de alguien ha sorprendido, pero que al mismo tiempo, es el resultado de una constante, la toma de decisiones a prisa y sin consultoría adecuada por parte de los principales actores. De esta cuenta, las consecuencias se percibirán en las próximas semanas o meses, independientemente del resultado de la actual crisis institucional.
Para el presidente de la Academia Quetzalteca de Constitucionalistas, Allan Estrada, la actual situación comienza mucho antes, frente a investigaciones por parte de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Estas indagaciones han perturbado de manera profunda a la clase política arraigada en el contexto nacional. Acostumbrada como estaba a permanecer incólume, está claro que iban a responder de diversas formas, en este caso, con presión hacia las instancias correspondientes, en busca de evitar sanciones, juicios y hasta condenas.
La opinión internacional
En otra arista, las derivaciones de la actualidad guatemalteca, se percibirán hasta en el ámbito internacional, según la opinión del analista Sergio Cal. Para el experto, Guatemala se enfrenta también a la opinión de la comunicad internacional. Misma que no verá complaciente como una institución como la CICIG, con capital brindado por ellos mismos, se ve con dificultades para continuar con el trabajo. Aunque cabe señalar que el mandatario Morales, especificó su desagrado por Iván Velásquez, no por la entidad que representa, pero se entiende que es un delegado nombrado por Naciones Unidas, y se vería internacionalmente como una rebeldía por parte de Guatemala.
La realidad desafía a la ficción y nos muestra que Guatemala representa un panorama sociopolítico desafiante en extremo. No obstante, importante es comprender, el por qué hemos llegado hasta esto y lo que podría suceder en los próximos meses. Sobre todo en lo referente a las peticiones de antejuicio en contra del presidente Morales, mismas que ya están en mesa de discusión en las cortes correspondientes, así como la opinión del Congreso de la República en el caso; y aunado al trabajo de la CICIG que también ha sido criticado por otros sectores. Estos trascendentales hechos, determinarían en gran parte, el futuro estatal de Guatemala y las secuelas que todos los ciudadanos percibirían.