Como cada año, el Foro Económico Mundial presentó el índice de Competitividad Global, una escala de prosperidad social y económica donde son evaluadas más de 130 naciones. Guatemala este año 2017 ocupa el puesto 84 de la clasificación, nuevamente con tendencia en descenso, después de ocupar el puesto 78 en años posteriores. Varios son los factores que determinaron este mordaz puntaje, entre ellos la corrupción, el crimen y la infraestructura deficiente. Expertos brindan luces y sombras al respecto.
Jorge García, presidente de Cámara de Comercio de Guatemala Filial Quetzaltenango, comentó que en definitivo es algo lamentable que el país siga en descenso frente a otras economías de la región que por el contrario, siguen al alza. Tal es el caso de países como Costa Rica o Nicaragua, cuyas economías y competitividad escalaron puestos. México se encuentra además en el puesto número 51 y Panamá en el 50. Al tope de la tabla, está Suiza, seguida de Estados Unidos y Singapur en el tercer puesto.
Grandes desafíos
García destacó que los desafíos son varios y se observan cada vez más obscuros debido a la debilidad del Estado. Iniciando en el tema de seguridad, donde las autoridades han dejado pasar demasiado tiempo sin tomar acciones concretas para garantizar la seguridad de los empresarios y de los usuarios en el país y concretamente en Quetzaltenango y la región. Dejando así, de lado uno de los problemas estructurales que más afecta la falta de inversión y produce un clima de incertidumbre en todos los estratos sociales, haciendo al mismo tiempo que se produzcan fenómenos como la desaceleración macroeconómica y contracciones comerciales ídem.
En el mismo tema, el director ejecutivo del Programa Nacional de Competitividad (PRONACOM) Fernando Suriano, argumentó sobre la misma base y que actualmente están en constantes conversaciones con los sectores interesados para mejorar el mencionado Índice de Competitividad Global. Uno de los pasos que últimamente ha resonado más al respecto fue la aprobación de una ley para mejorar la tramitología para inscribir en el país a sociedades anónimas, reduciendo la burocracia e inclusive la cuota para la inscripción, que ronda los quince mil Quetzales.
Puntos a favor